Ads

21/9/09

El vestido que hubiese elegido mi mamá

El fin de semana pasado fue el cumpleaños de Madi. Vino mi papá, con un regalo para ella, me lo di y me dijo: es el vestido que hubiese elegido mamá.

Mi mamá murió hace un año.

Cuando eramos chicas mi mamá nos vestía a mis hermanas y mí, para ocasiones especiales, con vestidos de corderoy fino con punto smok, largos por apenas debajo de las rodillas. Lo llevábamos con zapatitos de charol y tapadito en lo posible y obviamente el pelo recogido. A mi no me gustaba nada este lookeo, si el resto de la humanidad llevaba un look mas sport, porque yo tenia que ir disfrazada de nena?
Hoy lo recuerdo como un elemento clave de mi niñez. Mi mamá nos trasmitió la importancia de ser mujer en todas sus formas: con un hermosos vestido y con la fortaleza que a diario llevamos las mujeres en un mundo mayoritariamente masculino (de chica entendí que hasta se podía jugar a la pelota con vestidito).
De ella aprendí que se puede ser feliz formarno una familia, luchando por nuestros intereses, respetando nuestros deseos, pero por sobre todo aprendí a amar. Fue una mujer que vivió mucho y murió joven.

Mi mamá fue eso: amor. Amó a su marido y a su familia sobre todo, pero tenia una relación optimista con el mundo. Quienes la conocimos podemos sentirnos bendecidos.

Esta semana estuve posteando en mi facebook una serie de relatos que escribió mi papá sobre ella. Los invito a leerlos.

Este es uno de ellos:

"La conocí cuando ella tenía 12 años, un día de carnaval. Estaba en malla, llenando bombitas de agua en la canilla de una pileta de su casa y depositándolas en un balde, decidida a continuar la guerra de agua contra los chicos de su barrio. Yo tenía 17 y toda la formalidad de un joven de barrio norte, vestido con pantalón de vestir y saco sport, tal la usanza de aquellos años, por lo que el choque, al verla, fue mayúsculo. Al instante me cautivó su frescura y alegría. Era una chica grande para su edad, ya desarrollada y de una belleza atrayente. Cinco años después nos casamos sin haber sido novios y el matrimonio que decidimos formar de un día para el otro, perduró 37 años, hasta su muerte. Agradezco conservar cientos de fotos y videos de ella, sus cartas, sus escritos, sus pinturas y cajitas, todas obras en las que ponía infinito amor y que solo hacía para regalar a los demás. En una de sus cartas, me escribía: “El amor; ese eterno interrogante, llega un día y transforma toda nuestra vida”…”Es el que nos lleva por la vida con el ímpetu de la juventud, aunque ya no seamos tan jóvenes de edad, pero sí de corazón”. Ese sentimiento, grande de verdad, nos llevo juntos a recorrer por más de 42 años las más exquisitas sensaciones de felicidad y alegría, a formar una maravillosa familia y a consagrar la palabra Amor. Adriana fue todo amor, toda sonrisa y ese es su legado. No sirve entonces llenar de lagrimas nuestros ojos, sino por el contrario llevarla muy dentro de nuestro corazón para que nos contagie su alegría, su amor y su bondad. Hoy a un año de su muerte agradeceré un recuerdo, una oración a su memoria."

2 comentarios:

Monica dijo...

Me hiciste recordar todo lo que vivimos ( y si, digo vivimos ) cuando estabas por casarte y todo lo sucedido en esos dias....
Te leo e imagino que quizas no estes tan lejos de la imagen de tu mama, menos aun de la escencia de ella...al menos es lo que transmitis.
Te mando un beso grande y mandame la direccion de facebook asi puedo leerlos todos....
Moni

MONA DE SEDA dijo...

Hermoso tu post, emotivo y profundo.
Y es cierto que cuando grandes somos como ellas en tantas cosas, nos reconciliamos, las entendemos y disfrutamos.
un abrazo

LinkWithin

Related Posts Widget for Blogs by LinkWithin

wibiya widget